COMO FUI A COMPRARME UNA CASA Y ACABE SIENDO CORNUDO

Me llamo Pablo y tengo una mujer preciosa que se llama LUNA. Estamos casados desde hace muchos años, nos conocimos de jóvenes en una discoteca en la playa y nuestra relación siempre ha ido genial. En la intimidad Luna siempre ha sido muy caliente y abierta a diferentes juegos. Hemos hecho nudismo, práctico con ella juegos bdsm en los cuales sobre todo aplico buenas dosis de sumisión y últimamente había sentido una gran necesidad de ser cornudo. Sólo imaginarla con otro provocaba en mi una enorme excitacion.

LUNA ES UNA MUJER PRECIOSA Y CALIENTE

Luna es una mujer de bonitas curvas, piel suave y sin apenas irregularidades. Tiene unas caderas y unas tetas perfectas, grandes y solo verlas invita a mamarlas. Acariciarla provoca en mi unas erecciones brutales, por eso no puedo dormir desnudo con ella sin pensar en follándomela a cada rato. Pero ultimamente habia un asunto que me rondaba constantemente la mente. Mis enormes ganas de compartir a Luna con otro hombre. Y yo creo que cuando un marido quiere ser cornudo su mujer se da cuenta.

ME ENCANTA QUE LA MIREN EN LA CALLE

Cuando salimos a pasear y ella se pone un vestido sexy la apremio con piropos y besos. Me encanta que la miren otros hombres y cuando veo que la observan de manera insistente se lo digo a ella – Mira como te observa ese, porque estas rebuena.

Un día que estábamos de paseo recibí una llamada de un amigo que tenía una inmobiliaria y me estaba haciendo las gestiones para comprarme la casa. Le tenía que hacer el pago de la reserva del piso y no sabía si tenía suficiente efectivo en la cuenta. Y el me dijo de broma te voy a tener que cobrar en especies y Luna está muy buena. Todo sonó a risa, pero luna dijo desde detrás – Cuando quieras guapo !

Cuando terminé de hablar entre con mi amigo cortamos la conversacion, pasaron unos minutos y recibí una foto al whstsapp.

Estaba claro que mi amigo se había dado cuenta de que pronto yo iba a ser un buen cornudo. Le enseñe la foto a Luna y ella se hecho a reír. Estuvimos charlando por whstsapp con mi amigo, que por cierto se llama Andrés y al final decidimos ir a verle a su casa que estaba bastante cerquita.

NUESTRAS POLLAS CRECIAN SOLO CON MIRARLA

Cuando llegamos a la casa de Andres nos invitó a pasar a una terraza súper chula, era espaciosa, acristalada y tenía una cama muy cómoda que utilizaba para dormir al fresco en verano. Ahí se tumbó Luna para sentir lo cómoda que era, se quitó el vestido de lunares y estuvo un rato tumbada mientras la mirábamos y sentíamos nuestras pollas crecer bajo el pantalón.

Andrés y yo estábamos sentados en una banqueta mientras observabamos como Luna nos provocaba. Ella se puso a 4 patas y se estuvo contorneando un buen rato. Podíamos ver ese perfecto culo que invitaba a ser acariciado. Luna tenía ganas de que nos aprovechásemos un rato de ella. – ¿ Quien va a ser el primero en meterme mano ? Dijo Luna mientras balanceada su culo de un lado para otro.

Andrés se sentó junto a la cama, Luna se acerco hast a él y se quitó el pequeño top negro que la cubría escasamente. Sus hermosas tetas salieron a la luz y Andrés pudo empezar a acariciarlas. Los pechos de Luna son grandes, bronceadas, suaves, con unos botones bien marrones y marcados. Son unas tetas tan bonitas que cuando paseamos por la calle las miradas de los hombres dicen que todos tendrían ganas de mamarselas.

ANDRES MAMABA SIN DESCANSO AQUELLAS PRECIOSAS TETAS

Y eso hizo Andrés, empezar a mamarselas sin tregua, su lengua las lamía suavemente pero a destajo. Cuando Andrés se encontraba los pezones de Luna, los chupaba, los estiraba levemente con los labios y los hacía desaparecer en su boca.

Luna abrió sus voluminosos muslos, el macho los estuvo acariciando mientras la miraba a los ojos. La mirada de Luna le estaba diciendo que tenía ganas de que sus ricas lamidas fueran bajando por su anatomía. Andrés plantó sus labios en medio de esa humeda raja y empezó a comerse suavemente ese rico coño, lo abría con sus labios y lamía con su lengua cada rincón húmedo de su bien depilado chocho.

Luna me miraba con cara de zorra caliente y me pedía polla. Cuando Luna pide polla es porque está tan caliente que quiere que alguien la folle sin parar. Que la pase por encima un tren de mercancías y la haga sentir muy hembra.

ESE BULL TENIA LA POLLA COMO UNA PIEDRA

Yo mismo le puse el condón. Había confianza, de jóvenes habíamos hecho juntos algún trío con una amiga. A demás, me daba morbo ser yo quien le pusiera el cordón al macho que se iba a follar a mi mujer. Andrés puso a Luna a 4 patas y la metió con ganas el rabo entre las piernas, que fue entrando lentamente mientras la daba pequeñas folladas. Me encanta ver a Andrés bien pegado a Luna, pensar que otra buena polla que no es la mia estaba bien encajada dentro de mi mujer. La estuvo follando a 4 patas y luego tumbada bien abierta. Adoré ver el fuerte culo de Andrés trabajando sobre Luna para darla buenas embestidas. Las piernas de Luna se mecian al unísono de las vigorosas clavadas de aquel macho convertido en momentáneo salvaje.

Pude disfrutar viendo como Andrés la penetraba a repetición en una alternancia de azotes que la dejaron una muy leve marca en sus nalgas. Esa rojez me encantó porque cuando llegamos de vuelta a casa y Luna se ponía el pijama pude ver que seguía en su trasero la prueba de mis cuernos.

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